Estudio mediante Tomografía Computarizada Cone Beam, de
paciente masculino de nueve años de
edad. Las unidades dentarias 12 y 22 se encontraban en formación (2/3 de raíz),
semi-retenidas, mostrando giroversión con su eje longitudinal verticalizado. La
corona de la UD 12 se localizaba palatina a las unidades dentarias 52 y 53 en
intima proximidad a tabla ósea palatina (Fig. 1), la cual evidenciaba imagen
sugestiva de discontinuidad, su tercio
apical en formación se presentó en
intima proximidad a los tercio incisal y medio de la UD 13, y al piso de la
fosa nasal ipsilateral (Fig. 2). En cuanto que la corona de la UD 22, se
localizó palatina y en íntima proximidad al tercio cervical y medio radicular
del 62 (Fig. 3), el cual muestra imagen sugerente de rizalisis, así como
orientada hacia la tabla ósea palatina, quien muestra imagen sugerente de
discontinuidad, la porción más apical de la raíz en formación se encontraba en
intima proximidad a los tercio incisal y medio de la UD 23, y al piso de la
fosa nasal ipsilateral (Fig. 4).
Se denomina dientes retenidos (DR) a aquellos que una vez llegada la época
normal de su erupción, quedan encerrados dentro de los maxilares manteniendo la
integridad de su saco pericoronario fisiológico. El diente retenido puede estar íntegramente rodeado por tejido óseo
(retención intraósea) o estar cubierto por la mucosa gingival (retención
subgingival).
Cualquier diente de la cavidad bucal
puede estar afectado, siendo que la frecuencia de la retención de incisivos
centrales superiores es del 4 %, que es relativamente muy baja en comparación
con la frecuencia del tercer molar (35 %) y de los caninos (34 %). Se presentan
con mayor frecuencia en la población adolescente y adultos jóvenes, sin preferencia
por sexo o etnia.
Los dientes pueden quedar retenidos
por factores etiológicos locales como discrepancia entre el tamaño de los
maxilares y el tamaño de los dientes, un patrón de erupción anormal, fallas en
el proceso de reabsorción de los dientes deciduos, malposición de gérmenes
dentarios, pérdida prematura de dientes temporales, retención prolongada o
anquilosis de dientes temporales, antecedentes de trauma maxilar, presencia de
fisuras congénitas, quistes y tumores odontogénicos, cambios de hábitos
alimenticios, dientes supernumerarios que obstruyen la erupción o fibrosis
gingival. Entre las causas generales o sistémicas se incluyen el raquitismo, anemia,
desnutrición, tuberculosis, trastornos
endocrinos metabólicos y sífilis congénita.
El diagnóstico de los dientes retenidos debe
realizarse mediante un examen clínico (inspección visual y palpación manual) y
uno radiográfico. El primero debe considerar la edad del paciente, la anatomía
normal de las estructuras bucales con presencia o no de elevaciones anormales
de la mucosa palatina o vestibular, el retraso en la erupción dental y la
retención prolongada los dientes temporarios. La combinación de varios métodos
permitirá un mejor diagnóstico y tener un plan de tratamiento.
La remoción quirúrgica es el
tratamiento usual para el diente retenido asintomático, pero además se
desarrollan procedimientos quirúrgicos en
conjunto con tratamientos ortodóncicos siempre que la ocasión lo
permita, preferiblemente en la región anterior de la cavidad bucal, otro
tratamiento empleado es el traccionamiento quirúrgico que se realiza
preferentemente en caninos e incisivos.
Referencias
PENTON
GARCIA V VELIZ AGUILA Z, HERRERA L. Diente retenido- invertido. Presentación de un caso: modelos de
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