miércoles, 31 de agosto de 2022

MESIONDENS BILATERAL

Paciente femenina de siete años de edad quien fue referida para estudio de tomografía computarizada de haz cónico por presencia en radiografía panorámica, de imágenes radiopacas en zona anterior del maxilar, sugestivas de dientes supernumerarios (Figura 1). Al examen de reconstrucciones axiales, sagitales, coronales y volumétricas en 3D, se evidenciaron dos dientes supernumerarios (Mesiodens). El diente supernumerario observado en el  lado derecho se encontrava en  evolución intraósea, micródontico, con 1/3  de corona formada, localizado  palatal al tercio apical del diente 51 y el tercio incisal de la corona de la unidad dentaria (UD) 11, el saco pericoronario de aspecto hiperplásico causaba  adelgazamiento de la tabla ósea palatina. El diente supernumerario  ubicado en el lado izquierdo del maxilar, también se evidenció  en evolución intraósea, la corona se localizó apical al diente 61 y tercio incisal de la corona de la UD 21; el saco pericoronario de aspecto hiperplásico, causaba adelgazamiento de la tabla ósea palatina (Figuras 2 y 3). 

Figura 1. Radiografía panorámica donde se observan imágenes radiopacas, de densidad y morfología dentaría, en zona anterior del maxilar, sugestivas de dientes supernumerarios (Flechas).   


Figura 2. Reconstrucciones multiplanares de tomografía computarizada de haz cónico (A. Vista coronal, B. Vista axial y C. Vista sagital), donde se observan imágenes hiperdensas (S1 y S2) de morfología dentaria, en evolución intraósea, palatal a los dientes 11 y 21, el saco pericoronario de aspecto hiperplásico que condiciona el adelgazamiento de la tabla ósea palatina. Las imágenes son compatibles con mesiodens bilateral. 

Figura 3. Reconstrucciones volumétricas de tomografía computarizada de haz cónico (A. Vista frontal, B. Vista lateral derecha y C. Vista lateral izquierda), que ilustran la relación de los dientes supernumerarios con las unidades dentarias adyacentes.

Comentarios 

Los dientes supernumerarios (DS) o hiperodoncia son dientes o estructuras similares a éstos que han entrado en erupción o no, y se encuentran en exceso del número regular de órganos dentarios en un paciente (1-3). Esta anomalía dentaría ocurre más frecuentemente en hombres que en mujeres con una proporción de 2:1, pudiendo ser únicos, múltiples, unilaterales o bilaterales (2). Los DS pueden localizarse en cualquier lugar de los maxilares, pero los sitios más frecuentes son la línea media del maxilar y  la región premolar de la mandíbula (1). La prevalencia de los DS varía entre 0,5 y 3,8 % para la dentición permanente, y entre el 0,35 y el 0,8 % para la dentición primaria (3). 

Los DS causan una amplia gama de complicaciones como apiñamiento dental, interferencia con la erupción normal y la posición de los dientes permanentes adyacentes, apiñamiento, diastemas en la línea media, retraso de la erupción y   desarrollo dental, resorción, dilaceración radicular, rotación, inclinación, necrosis pulpar de los dientes adyacentes, desplazamiento asociado a problemas de maloclusión, interferencia oclusal e incluso formación de quistes dentígeros (2)

La etiología de los DS es desconocida, sin embargo, existen diversas teorías que intentan explicar su desarrollo. La más aceptada es la hiperactividad focal de la lámina dentaria, se cree que durante la evolución del germen dental ocurre la degeneración de ésta, dejando restos en los maxilares, los cuales generan los DS (1-3). Sin embargo, también han sido relacionados con la herencia, tendencia familiar y a factores ambientales (1). 

Los DS se clasifican de acuerdo a su posición. Se denominan “mesiodens” (MD) cuando se localizan entre los incisivos superiores, “premolar” cuando se ubican en la zona premolar, “paramolares” si están en la zona molar y “distomolares” en el caso que se observan distales al tercer molar. En relación a las características morfológicas son divididos en suplementarios, los cuales muestran un aspecto similar a los dientes adyacentes y rudimentarios en cuyo caso el diente presenta anomalías de forma y tamaño, estos últimos pueden ser cónicos, tuberculados o molariformes. Los DS pueden encontrarse erupcionados o incluidos. Los MD  son los DS más frecuentes (2,3) y representan entre el 50-83% de todos DS (1). El MS de forma cónica es el tipo más común, seguido por el tuberculado y suplementario (2). 

La proporción de pacientes con un solo MD es de entre 60 a 78%, pocos pacientes presentan más de dos mesiodens (menos del 30%). En cuanto a la orientación de los MD, la mayoría son de tipo invertido, los cuales representan el 86.2% de los casos (2, 4).

Albert et al. (4) proponen la siguiente clasificación para el MD:

Clase 1: el MD incluido está paralelo o a 0 grados, al patrón de erupción normal de los incisivos centrales superiores. 

Clase 2: el MD incluido está entre 0 a 90 grados, al patrón de erupción normal.

Clase 3: el MD se encuentra perpendicular o 90 grados, al patrón de erupción normal. 

Clase 4: el MD se encuntra en cualquier localización entre los 90 y 180 grados al patrón de erupción normal. 

Clase 5: el MD está invertido o a 180 grados del patrón de erupción normal

Se sospecha la presencia de MD cuando existen patrones asimétricos de erupción en los incisivos centrales superiores, la presencia de incisivos primarios retenidos, especialmente si la retención es asimétrica, o si existe erupción ectópica de uno o ambos incisivos superiores. Los MD pueden asociarse con otras anomalías dentales como dens invaginatus, cúspide en talón, quistes fisurales, fusión y múltiples dientes supernumerarios impactados (2).

La mayoría de los MD no erupcionan y permanecen asintomáticos, su presencia suele diagnosticarse accidentalmente mediante la exploración clínica y en estudios radiológicos convencionales (radiografía panorámica, oclusal o periapical). Actualmente, el uso de la tomografía computarizada de haz cónico ha posibilitado la evaluación precisa de los MD, permitiendo localizarlos y valorar su relación con los dientes y estructuras anatómicas adyacentes (2).

Referencias

(1) Villavicencio J, Hernández J, Medina S. Variaciones clínicas de los mesodientes dobles: revisión y reporte de casos. Rev Fac Odontol Univ Antioq 2015; 27(1): 216-227. DOI: http://dx.doi.org/10.17533/udea.rfo.v27n1a11 

(2) Veras-Hernández MA, Scougall-Vilchos RJ, Robles-Bermeo NL, Lucas-Rincón SE, Casanova-Rosado AJ, Casanova-Rosado JF, et al. Mesiodens: diagnóstico, aspectos clínicos, radiográficos y tratamiento. Revisión bibliográfica. Av Biomed 2018;7(3):166-73.  

(3) Tetay-Salgado S, Arriola-Guillén LE, Ruíz-Mora GA, Aliaga-Del Castillo A, Rodríguez-Cárdenas YA. Prevalence of impacted teeth and supernu- merary teeth by radiographic evaluation in three Latin American coun- tries: A cross-sectional study. J Clin Exp Dent. 2021;13(4):e363-8.

(4) Albert A, Mupparapu M. Cone beam computed tomography review and classification of mesiodens: Report of a case in the nasal fossa and nasal septum. Quintessence Int 2018;49:413–17.