Los traumas dentales (TD) no son frecuentes y constituyen alrededor del
5% de todas las injurias que afectan alguna parte del cuerpo, sin embargo,
entre los 0 y 6 años de edad presentan una incidencia del 17%, es decir, son
más frecuentes durante los primeros 10 años de vida, disminuyendo gradualmente
con la edad, siendo raras después de los 30 años. En cuanto al sexo, se conoce
que los individuos del sexo masculino experimentan trauma dental al menos dos
veces más que las mujeres.
Los incisivos centrales son los
dientes más frecuentemente afectados por trauma, tanto en la dentición primaria
como la permanente, de manera que los incisivos superiores son lesionados en el
66,7% de los casos, seguidos por los incisivos laterales (17,4%). La fractura
del esmalte es el tipo más usual de trauma (63,7 al 80,0%) seguido por la
fractura esmalte-dentina (15,9 a 17,2%), siendo el ángulo
mesioincisal el que se fractura con más frecuencia. En la dentición permanente
las fracturas coronarias no complicadas son las lesiones más prevalentes y en primaria la luxación.
Entre las causas del TR se han
descrito las caídas (de 31,7 a 64.2%),
actividades deportivas (40,2%), ciclismo (19,5%), accidentes de tráfico (7,8%)
y la violencia física (6,6%). Los factores predisponentes al TR pueden estar
relacionados con las características particulares de la anatomía del individuo
como un overjet aumentado, una inadecuada cobertura labial de los dientes
anteriores etc. Por otro lado, las injurias traumáticas pueden resultar de un
impacto directo o indirecto, de manera que la extensión del daño se relaciona
con la energía y dirección del impacto, la resilencia y la forma del objeto que
impacta, así como la reacción de los tejidos adyacentes al diente.
La evaluación
radiográfica es una herramienta indispensable para el diagnóstico de las injurias traumáticas en el complejo
maxilofacial. La presencia o ausencia de una línea de fractura, dirección, orientación,
espacio entre los segmentos y el compromiso de las estructuras adyacentes, así
como la localización de los fragmentos o la presencia de cuerpos extraños puede
ser determinada por las imágenes radiográficas. Estas también proveen de una
estimación precisa del proceso de cicatrización proporcionando detalles sobre
la remodelación ósea post-traumática o bien la presencia de defectos de
cicatrización fibrosa en los casos de falla en la fusión del hueso. Cuando se
emplean técnicas convencionales en 2D es importante obtener proyecciones
perpendiculares entre sí, sin embargo, estas han sido sustituidas gradualmente
por evaluaciones en 3D como la tomografía
computarizada cone beam, la cual
proporciona información detalla en los tres plano espaciales. Para facilitar la
valoración radiográfica del traumatismo
dental, éste ha sido clasificado en.
1) Fracturas coronarias: a) Fisuras y
fracturas del esmalte b) Fractura amelodentinaria sin afectación pulpar
(Fractura coronaria no complicada) c) Fractura amelodentinaria con afectación
pulpar (Fractura coronaria complicada).
2) Fracturas radiculares: a) Fracturas
radiculares intraalveolares b) Fractura coronoradicular.
3) Luxación: a) Concusión b) Subluxación
c) Luxación lateral d) Intrusión e) Luxación extrusiva.
4) Avulsión.
En las fracturas dentales coronarias o radiculares, pueden observarse
algunas características generales que indican su presencia:
A. Se observa una o dos líneas claramente marcadas, limitadas a los bordes anatómicos de la estructura (Figs. 1-3)
A. Se observa una o dos líneas claramente marcadas, limitadas a los bordes anatómicos de la estructura (Figs. 1-3)
Figura 1. Radiografía periapical digital donde se observa fractura
coronaria en la unidad dentaria 2.1.,
evidenciando trazos de fractura vertical y horizontal (flechas rojas), con pérdida de
tejido dentario. En la imagen de la derecha se empleo el recurso de inversión
de densidad para mejor visualización de los fragmentos.
Figura 2. Estudio mediante
tomografía computarizada Cone Beam. Se observa fractura horizontal (flechas rojas) a
nivel del tercio medio radicular de la unidad dentaria 2.4.
Figura 3. Estudio mediante
tomografía computarizada Cone Beam. Se observa fractura vertical
radicular (flechas blancas) de la unidad dentaria 3.4, con desplazamiento del fragmento.
B. Presencia de un aumento en la
densidad/radiopacidad dentro de la estructura causada por la sobreposición de
los fragmentos debido a la actividad muscular.C. Discontinuidad de la estructura con
interrupción y formación de un escalón. La luxación dental es la dislocación del diente de su posición
fisiológica en el alveolo, siendo el incisivo central superior el diente más
afectado, en la concusión el traumatismo no tuvo la intensidad suficiente para
provocar la ruptura del ligamento periodontal y el diente se encuentra en su
posición normal sin movilidad anormal, puede presentar sensibilidad a la
percusión o a la masticación; no debería existir sangrado alrededor del surco
gingival. Inicialmente puede no responder a las pruebas de sensibilidad pulpar.
Radiográficamente se manifiesta un ensanchamiento del espacio del ligamento
periodontal que puede localizarse solo en la porción apical y desaparecer
después de un tiempo si el traumatismo fue de baja intensidad.
La subluxación es semejante a la concusión y se produce cuando el impacto sobre el diente es de mayor intensidad, el mismo permanece en su posición original, sin embargo existe cierta movilidad y alguna sensibilidad a la palpación por vestibular de la apófisis alveolar. Radiográficamente, puede detectarse un ensanchamiento leve del espacio periodontal, especialmente en las zonas laterales de la raíz dentaria, sin embargo, este incremento puede ser tan leve que no se detecte en la imagen.
En la subluxación lateral el diente se desplaza hacia vestibular o lingual/palatino, pero la zona cervical está alineada con los dientes adyacentes, porque no existe desplazamiento vertical, casi siempre están afectados dos o más dientes, radiográficamente se observa un mayor ensanchamiento del ligamento periodontal en el lado del impacto. Cuando se trata de una luxación lateral sin desplazamiento apical, la porción apical permanece en su localización original dentro del alveolo, mientras que en la luxación lateral con desplazamiento, el diente se queda anclado firmemente en su nueva posición. En una luxación extrusiva el diente se afloja y sobresale de forma importante de su alveolo en comparación con los dientes adyacentes, debe confirmarse si todo el diente se ha extruido o si es un fragmento coronal derivado de una fractura radicular; radiográficamente se observa un incremento importante del espacio periodontal y este ensanchamiento puede acentuarse en la región apical (Figura 4). Por último, la avulsión constituye la salida completa del diente de su alveolo tras el impacto traumático.
Figura 4. Estudio mediante tomografía
computarizada Cone Beam. Se observa imagen sugerente de
luxación extrusiva de la unidad dentaria 2.2 y
solución de continuidad de la tabla ósea vestibular.
Referencias
Alimohammadi
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